Cuando una pareja se separa y se divorcia en Australia, una de las grandes decisiones que deben tomarse se relaciona con la propiedad. A menudo, cuando las parejas se separan, son dueños de una propiedad juntos, a menudo una en la que han vivido durante mucho tiempo. Esto significa que es extremadamente importante que se alcance un acuerdo de propiedad mutuamente acordado.
En general, se considera que la liquidación de propiedades es el aspecto más complicado del proceso de divorcio. Una vez que una pareja se ha separado formalmente, pueden emprender el proceso en cualquier momento, pero debe ser dentro de los 12 meses posteriores a la concesión del divorcio formal. A menos que esté de acuerdo con su cónyuge extrajudicialmente, el acuerdo puede demorar hasta 2 o 3 años. También es importante tener en cuenta que la asistencia legal no está disponible para los fines de un acuerdo de propiedad.
Probablemente lo primero que hay que decidir en relación con la propiedad es quién va a vivir y dónde después del divorcio. Por ejemplo, en algunos casos, uno de los antiguos socios puede permanecer en el hogar conyugal mientras que el otro se traslada a vivir a otro lugar; en otros casos, ambos cónyuges pueden optar por mudarse, lo que significa que la casa conyugal debe venderse y los activos divididos. Cualquier otro efectivo u otros activos también deben dividirse entre las partes, lo que significa que el proceso a menudo puede ser complicado y arduo.
Es importante que ambas partes estén en un lugar donde puedan pensar racionalmente antes de comenzar a tomar decisiones relacionadas con la liquidación de la propiedad. Esto es especialmente vital, ya que las órdenes del Tribunal son definitivas y no pueden rescindirse de la misma manera que los acuerdos de cuidado de niños.
A menudo, es aconsejable contar con la ayuda de un abogado cuando se trata de acuerdos de propiedad. También hay mediadores disponibles que pueden actuar de manera imparcial y ayudar en las negociaciones actuando como transmisores de información entre las partes. Esto es particularmente útil en los casos en que existe un alto nivel de animosidad entre la pareja separada. Si la negociación no es una opción por el motivo que sea, es posible que un juez deba tomar las decisiones finales, especialmente si hay niños involucrados y es necesario limitar el estrés que se les impone.
Los abogados a menudo negocian en nombre de las partes que se separan para lograr el mejor acuerdo de propiedad posible para su cliente, aunque el 50% de las parejas logran llegar a acuerdos por su cuenta.
Por supuesto, el proceso específico relacionado con los acuerdos de propiedad varía de un caso a otro, ya que la situación de cada pareja es diferente, pero una vez que se ha llegado a un acuerdo, el proceso legal es el mismo. Es importante contratar los servicios de un abogado aquí si aún no se ha hecho, ya que prepararán una solicitud al Tribunal de Derecho de Familia para lo que se conoce como una "orden de consentimiento". Es crucial tener una orden de consentimiento para asuntos relacionados con la propiedad, ya que de lo contrario las parejas corren el riesgo de que su expareja intente alterar el acuerdo mutuamente acordado en una fecha posterior. Si esto sucede, a veces puede conducir a la pérdida de bienes como el hogar de la persona.
Las solicitudes de una orden de consentimiento deben presentarse claramente y detallar exactamente cómo se dividirán los diferentes activos y las deudas entre los antiguos socios. Las órdenes de consentimiento resultantes deben entonces firmarse, luego de lo cual son procesadas por el Tribunal. Una vez que esto sucede, se vuelven vinculantes, lo que significa que es increíblemente importante obtener el acuerdo correcto la primera vez, ya que será increíblemente difícil intentar cambiarlo más adelante.
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